342. Cuento popular castellano
Éste era un hombre que le llamaban el tío
Alubia. Y fue a vender un burro a la feria de San Esteban. El burro era muy viejo
y muy malo y le llamaban Pilatos. Y fue a la feria el tío Caspe a comprar un
burro, y se le compró al tío Alubia. Y le costó el burro diecinueve reales.
Al volver a su pueblo, como el burro era tan
famélico y malo, todo el mundo le preguntaba:
-Tío Caspe, ¿cuánto le ha costado a ustez el
burro? Y a todos les contestaba igual: -Bueno, ¿a ti qué te importa? Y todos lo
mismo:
-Tío Caspe, ¿cuánto le ha costado a ustez el
burro?
-Pues, a ti ¿qué te importa?
Pues, ya le tenían mareao al hombre. Y:
-Tío Caspe, ¿cuánto le ha costado a ustez el
burro?
-Pues, a ti ¿qué te importa?
Bueno, pues ya tanto le tenían mareao al
hombre que ya fue un día y cuando salía el sacristán de tocar a las oraciones,
se metió él en la iglesia y se escondió en un confesonario. Luego salió,
encendió toda S las luces, se puso un alba y un bonete y se sentó en un sillón
en el altar mayor. Y como había tanta luz en la iglesia, le llamó la atención a
la gente que pasaba. Y claro, avisaron al señor cura:
-Señor cura, que en la iglesia hay fuego.
-Pues, no, porque no ha hecho más que salir
el sacristán.
-Pues, sí, hay fuego, porque hay mucha luz en
la iglesia.
-¡Vaya, pues, tocar a fuego!
Nadie se atrevía a entrar. Por fin llegó el
sacristán con las llaves. Entraron y vieron qué había muchas luces encendidas
y un señor cura en el altar mayor. Y todos le decían al sacristán:
-Pregúntale qué es, si es ánima del otro
mundo; y que, si viene de parte de Dios, que qué se -le ofrece.
Pero no se atrevía, ni él ni nadie, hasta que
ya rompió el sacristán, y echándose para atrás de miedo, gritó:
-Di si eres ánima del otro mundo y vienes de
parte de Dios, ¿qué se te ofrece?
El señor ese, callaba, y le volvió a
preguntar el sacristán:
-Di, di, si vienes de parte de Dios, di lo
que se te ofrece. Ya se levantó el tío Caspe y dice:
-Antes de decir quién soy, quiero que esté
todo el pueblo reunido.
Salieron a llamar a todos los vecinos. Conque
ya dicen que sí, que está todo el pueblo reunido. Y entonces dice:
-No es verdaz, que falta la tía Catalinorra,
que lleva tres años en la cama. Y necesito que todo el puebla esté reunido.
Fueron a por ella, y en un colchón la llevaron.
-¡Vaya, ya está aquí la tía Catalinorra! Se
levantó el tío Caspe y dice:
-Pues, bien. Ya que está todo el pueblo
reunido, yo soy el tío Caspe, aquél -que fue a la feria de San Esteban y compró
un burro. Como siempre me estaban ustedes preguntando, «Tío Caspe, ¿cuánto le
ha costado a ustez el burro?», pues para que lo sepan ustedes todos, y no me
anden más preguntando, me costó diecinueve reales, diecinueve reales y
diecinueve reales!
Esto pasó en Fuente el Césped, de donde era
el tío Caspe.
Sepúlveda,
Segovia. Cipriana
Valdés López. 3
de abril, 1936. 70
años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
No hay comentarios:
Publicar un comentario