Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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domingo, 1 de febrero de 2015

Los cuatro reyes .092

Había una vez cuatro reyes, cada uno de los cuales poseía una cosa preciosa: el primero, tenía un manzano de oro; el segundo, un pájaro de oro; el tercero, un caballo de oro; y el último, una hija de oroi.
Sucedía que el pájaro de oro iba todas las noches a comer las manzanas de oro del primer rey. Hasta que éste se cansó y pidió a su hijo mayor, que era amigo del leopardo, que lo cazara. El hijo mayor tomó su escopeta y se pasó la noche esperando el pájaro, que no apareció; lo mismo sucedió durante la segunda noche; pero, a la tercera, un gran resplandor le avisó de que el precioso pájaro se había acercado al jardín del rey. Apuntó cuidadosamente con la escopeta, disparó, y el pájaro huyó perdiendo solamente una pluma. Llevó la pluma a su padre, y alumbraba más que cualquiera de sus lámparas.
El muchacho siguió esperando varias noches más; pero de ningu-na manera podía cazar al pájaro de oro. Así que decidió emprender viaje hacia el poblado del segundo rey, a ver si allí podía atraparlo. Al llegar al poblado, advirtió que toda la casa del rey y el mismo pájaro estaban muy vigilados. Y prosiguió su camino.
Llegó al poblado del tercer rey, y quedó fascinado por la belleza del caballo de oro. También lo tenían vigilado muy estrechamente, y prosiguió su camino hasta llegar al poblado del cuarto rey. Allí, a pesar de la vigilancia de los guardianes, consiguió introducirse en la habitación de la hija del rey. Ésta le admitió y estuvieron juntos unos días. Cuando llegó el doTingo, que era el día en que el rey de aquel poblado visitaba a su hija de oro, el chico se escondió. El rey y su hija empezaron a hablar, y entonces el muchacho salió del lugar donde estaba escondido y se presentó al rey para pedirle la mano de su hija.
El rey estaba irritado, porque tenía prohibido que nadie estuviera con su hija. Hizo llamar a los guardianes y los quería matar. También quería matar al muchacho. Pero, ante las súplicas de la chica, habló con el muchacho y le dijo: «Si eres capaz de aplanar esta montaña antes del anochecer, podrás casarte con mi hija y regresar a tu poblado».
El muchacho cogió un pico y una pala, y empezó el arduo trabajo. Al cabo de unas horas, apenas si había avanzado. Entonces llegó su amigo el leopardo y se extrañó de lo que hacía: «¿Por una mujer eres capaz de ponerte' en tal aprieto?». Pero, como eran tan amigos, quiso ayudarle: llamó a todos los animales de la Tierra que saben excavar. Éstos llegaron y, al cabo de poco tiempo, la montaña estaba completamente aplanada. El rey estaba sorprendido, pero le obligaba la palabra dada: los dos muchachos se casaron y emprendieron el viaje de regreso al primer poblado.
Al llegar al poblado del rey que poseía el caballo de oro, fueron recibidos con mucho agasajo. Les enseñaron el caballo, y ellos aprovecharon un momento de descuido para montar en él y huir velozmente al segundo poblado. Cuando los guardianes del caballo se dieron cuenta de los sucedido, emprendieron la persecución.
Al llegar al segundo poblado, también les recibieron con todos los honores. El rey de aquel poblado miraba con interés el caballo de oro, y le mostró la jaula donde vivía su pájaro. El muchacho pidió poder observarle de cerca. Así que pusieron al pájaro sobre la rama de un árbol bajo, y él lo contemplaba desde un columpio.
En aquel momento aparecieron los guardianes del caballo de oro, contando a la gente que aquel caballo era robado. La chica de oro, que todavía estaba montada en el caballo, emprendió la huida hacia el jardín del rey. El chico pegó un brinco desde el columpio y montó también en el caballo. Luego extendió la mano y el pájaro se posó en ella. El caballo de oro era muy rápido, de manera que pronto perdieron de vista a sus perseguidores.
Antes de emprender el viaje, el leopardo les había advertido: «No debéis dar de beber a nadie hasta que lleguéis a vuestra casa». Pues bien: poco antes de llegar a su poblado, el muchacho se detuvo en un puente porque en él se encontraba su hermano. Éste, después de oír la fantástica historia, le pidió un poco de agua. El muchacho confiaba en él, así que se inclinó para recogerla. Entonces el hermano le dio un buen empujón, cayó al agua, y la corriente del río le arrastró durante un gran trecho hasta que pudo asirse a las ramas de un manglar.
El hermano cogió al caballo, al pájaro y a la chica de oro, y entró con ellos en el poblado. Su padre y toda la gente estaban admirados por tanta belleza, y él explicó que todo eso le pertenecía; y explicó la historia del hermano mayor como si fuera la suya propia. Desde entonces, el caballo, el pájaro y la chica permanecieron mudos.
Mientras tanto, el primer muchacho seguía asido a las ramas del manglar. Apareció de nuevo el leopardo, que le regañó: «¿No te había dicho que no dieras de beber a nadie?». De todas maneras, era su amigo y le ayudó: se volvió de espaldas y el chico, agarrándose a su cola, salió del manglar y emprendió el regreso a casa. La chica le vio llegar y empezó a gritar de alegría. Lo mismo sucedió cuando el pájaro y el caballo le vieron. Así que la gente creyó fácilmente la historia, y expulsaron del poblado al hermano que había intentado matarle.
Para celebrar el fin de la aventura, el muchacho se adentró en el bosque para cazar. De pronto, apareció ante él un gran leopardo. Pensó: «El leopardo es mi amigo, jamás dispararé contra él». Pero él le advertía: «Dispara, amigo, si no quieres que salte sobre ti». Al fin, el muchacho disparó. Al instante, en lugar del animal apareció un hermoso muchacho, que resultó ser el hermano de su mujer. Regresaron al poblado y el hijo del rey, la mujer de oro y su hermano vivieron juntos y felices desde aquel momento.

Fuente: Jacint Creus/Mª Antonia Brunat

0.111.1 anonimo (guinea ecuatorial) - 055


i Es una versión más elaborada del cuento 91 («Los tres reyes»). La situación inicial podría mejorarse presentando a los dos hijos del rey de las manzanas de oro. En las versiones de procedencia (europeas) suele tratarse de tres hijos.

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