El
leopardo y la tortuga eran muy buenos amigos. Un día, la tortuga
sugirió que podían ir juntos a cazar al bosque; y así lo hicieron.
Pero mientras el leopardo ponía trampas por una parte, la tortuga no
hacía nada: se limitaba a esperar a que pasara algún animal y,
entonces, le pedía ayuda para aprender a preparar una trampa. Cuando
el animal en cuestión ya la había montado, la tortuga le suplicaba
que metiera la pata para probar si funcionaba. La trampa funcionaba
siempre, el animal quedaba atrapado, y la tortuga lo mataba sin
contemplaciones. De esta manera, y sin ningún esfuerzo, nuestra
amiga consiguió cazar un gran número de piezas.
Cuando
el leopardo llegó al lugar donde estaba la tortuga, vio que ésta
había cazado bastante más que él. Se pusieron a preparar la carne,
secándola en el mismo bosque. Y el leopardo quiso descansar antes de
emprender el regreso, dejando que la tortuga metiera en sendos sacos
el resultado de su cacería. La tortuga, sin embargo, metió toda la
carne en un solo saco; y en el otro saco sólo puso un montón de
piedras, más cuatro piernas de antílope que, atadas a la boca del
saco, le daban la sensación de estar lleno a rebosar.
El
leopardo se despertó y miró los dos sacos. Quiso llevarse el que
pesaba más, que era el que estaba cargado de piedras, creyendo que
habría más carne que en el otro. Así que la tortuga se quedó con
el saco de la carne.
Al
llegar a su casa, el leopardo mandó llamar a todos sus amigos y
vecinos, invitándoles a comer buena carne. Pero, cuando llegó el
momento, de su saco solamente salieron piedras; y tuvieron que
repartirse las cuatro patas de antílope. El leopardo había quedado
en ridículo, y estaba furioso con la tortuga. Así que se dirigió a
su casa con la intención de matarla.
Pero
sólo encontró a la mujer de la tortuga. Ésta le dijo: «En
nuestro saco, solamente hemos encontrado cuatro patas de
antílope; el resto eran piedras. ¿Podrás darnos un poco de la
carne que te has llevado, puesto que la tienes toda?». El leopardo
comprendió que la mujer de la tortuga se estaba burlando de él, e
intentaba engañarle. Se enfureció mucho más, y empezó a buscar a
la tortuga de una manera rabiosa.
La
tortuga estaba bien escondida, temiendo lo peor, cuando llegó a sus
oídos la noticia de que su amigo el leopardo estaba enfermo. Un poco
recelosa, se acercó a la casa del leopardo. Pero de lejos ya divisó
al propio leopardo que estaba trabajando en la casa. De manera que no
cayó en la trampa y escurrió el bulto sin llamar la atención.
Al
leopardo le extraño mucho que, diciendo a todo el mundo que se
encontraba enfermo, la noticia no hubiera llegado a oídos de la
tortuga. De manera que hizo correr la voz de que había muerto. La
tortuga quería ver por última vez a su amigo, así que se dirigió
de nuevo a su casa. Pero tomó la precaución de meterse en el
bolsillo a dos hormigas peleonas. Al llegar al lecho donde yacía,
inmóvil, el leopardo, puso a las dos hormigas encima del
cadáver, que al cabo de un momento comenzó a brincar de dolor por
los mordiscos de las hormigas. La tortuga regresó a su
escondite a toda prisa, evitando así la segunda trampa.
Entonces
el leopardo llamó a sus amigos, para que le ayudaran a excavar un
hoyo en el camino que la tortuga solía utilizar. La tortuga,
inadvertida, cayó en él. Y al día siguiente, cuando el leopardo,
ufano y complacido, se disponía a lanzarse sobre su presa, la
tortuga arguyó: «Amigo leopardo, si saltas sobre mí con este
ímpetu me destrozarás y no podrás comerme. Ya que me has atrapado,
puedes prepararte un buen plato si llenas este agujero con picante».
El
leopardo, satisfecho por la perspectiva de tomar venganza del ardid
de la tortuga, buscó picante por todas partes hasta llenar el
agujero en que la tortuga estaba prisionera. Luego, la tortuga
empezó a masticarlo. Cuando el leopardo ya se frotaba las manos
pensando en el plato delicioso que comería, la tortuga le echó el
picante masticado sobre los ojos, dejándole cegado. Y aprovechando
esta argucia volvió a escapar.
Fuente:
Jacint Creus/Mª Antonia Brunat
0.111.1
anonimo (guinea ecuatorial) - 055
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