323. Cuento popular castellano
Pues, había dos conventos, y se juntaron los
dos padres priores, y le dice el uno al otro:
-Oye, compañero, ¿cómo es que tu convento va
siempre hacia arriba y el mío va cada vez menos?
Dice el otro:
-Porque nosotros vamos a una, y vosotros vais
a uñas.
-Pues, ¿cómo es esto?
-Pues, sí, porque ayer mismo he visto que
ordenastes a un fraile que comprara una arroba de patatas, y le costó una
peseta, y a ti te ha cobrado dos. En cambio yo he mandao a otro fraile a la
feria de Granada a vender una mula, y le dije: «Tienes que decir la verdaz y no
engañar al prójimo; pero la verdá seca». La mula estaba gorda y buena. Se
presentó en la feria con ella, y en seguida tuvo mercader. «¿Cuánto vale la
mula?». «Dos mil pesetas». «Hombre, es mucho». «Pues, ¿qué tiempo tiene la
mula?», le pregunta. ron. Y contestó el fraile: «La mula anda entre diez, once
y doce». E hicieron el trato.
-Pues, no ha dicho la verdaz a los
compradores -le dijo el otro prior.
-Pues, sí, señor; sí que ha dicho la verdaz;
que le han dicho que cuánto tiempo tenía la mula y les ha contestado que la
mula andaba entre diez, once y doce, que componen treinta y tres años. Por fin
hicieron el trato, y me trajo las dos mil pesetas íntegras.
Navas
de Oro, Segovia.
7
de abril, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
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