426. Cuento popular castellano
En el pueblo de Ordejón de Arriba, partido de
Villadiego, provincia de Burgos, queriendo el cura del pueblo atemorizar y emocionar
a sus feligreses, propuso un día al sacristán que se subiese a la tronera con
un tizón encendido, y que cuando él diría en el sermón, «Caigan rayos y
centellas sobre este pueblo malvado», el sacristán tenía que meter por un
agujero de la tronera un tizón encendido.
Pero quiso la mala suerte que el tizón se apagase,
y cuando llegó el momento de decir el señor cura en el sermón, «¡Caigan rayos y
centellas sobre este pueblo malvado!», se asomó el sacristán por el agujero de
la tronera, y con su habla de mariquita gritó:
-¡Mierda cochina caerá! ¡Se me ha apagao el
tizón!
Villadiego,
Burgos. Jesús Vega.
29
de mayo, 1936. 50 años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
No hay comentarios:
Publicar un comentario