Una pareja de periquitos estaban
muy ufanos »en su jaula de la pajarería. Se veían tan alegres y vivaces, tan
decorativos junto al vecino canario...
-Ese pajarillo tiene un color de lo
más tonto. Todo amarillito, todo igual -le decía un periquito al otro.
-Cierto, cierto... el pobre se
muere de envidia ante nuestra apostura y nuestros colores... -aseguró el otro.
Entró una compradora y el dueño de
la tienda le enseñó los periquitos, tan decorativos.
-Son preciosos, sí -convino la
posible cliente, pero no sirven para nada. Prefiero un canario que cante bien,
así me hará compañía y no me sentiré tan sola.
Y, ante el asombro de los vanidosos
periquitos, la compradora se llevó al canario todo amarillito, pues su canto le
ayudaría a soportar su soledad.
003. anonimo (españa)
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