Un día, un ladronzuelo se
deslizó en un jardín y trepó a un cocotero para robar algunos cocos. Antes de
que lograse arrancar uno, apareció el jardinero dando voces. El ladrón bajó
deprisa del árbol, pero no pudo escapar porque el jardinero lo agarró por el
cogote:
-¡Eh! ¿Qué estabas
haciendo subido a la palmera?
-Nada malo, amigo -respondió
rápidamente el ladrón. Estaba buscando un poco de hierba fresca para mi
ternerito.
-¿Hierba fresca? ¿Y desde
cuándo la hierba crece en los cocoteros?
-No crece hierba, es
evidente -respondió el ladrón, pero yo no lo sabía. Ahora lo sé, y por eso he
bajado tan deprisa.
El jardinero se quedó
boquiabierto, sorprendido por la respuesta, y el ladrón aprovechó la ocasión
para ponerse a salvo.
004. anonimo (india)
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