Hace muchísimo tiempo, cuando los sastres
confeccionaban la ropa con la hierba de los prados, el mono era juez. ¡Y qué
juez más justo! Una vez, un sastre fue a verlo:
-Señor juez, el ratón se ha comido mis trajes
de hierba. Castígalo y condénalo a pagarme daños y perjuicios.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar al ratón.
-Señor juez, fue el gato quien se comió los
trajes del sastre, no yo.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar al gato.
-Señor juez, fue el perro quien se comió los
trajes del sastre, no yo.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar al perro.
-Señor juez, fue el palo quien arruinó los
trajes del sastre, no yo.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar al palo.
-Señor juez, fue el fuego quien quemó los
trajes del sastre, no yo.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar al fuego.
-Señor juez, fue el agua quien se llevó los
trajes del sastre, no yo.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar al agua.
-Señor juez, fue el elefante quien se comió
los trajes del sastre, no yo.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar al
elefante.
-Señor juez, fue la hormiga quien se comió los
trajes del sastre, no go.
-Bien -dijo el mono y mandó llamar a la
hormiga.
La hormiga dijo:
-Señor juez, yo soy un poco sorda, no
comprendo de qué están hablando.
-El sastre dice que te has comido sus trajes
de hierba -gritó el mono al oído de la hormiga.
-No es verdad -dijo el sastre-, ha sido el
ratón.
-No es verdad -dijo el ratón-, ha sido el
gato.
-No es verdad -dijo el gato-, ha sido el
perro.
-No es verdad -dijo el perro-, ha sido el
palo.
-No es verdad -dijo el palo-, ha sido el
fuego.
-No es verdad -dijo el fuego-, ha sido el
agua.
-No es verdad -dijo el agua-, ha sido el
elefante.
-No es verdad -dijo el elefante-, ha sido la
hormiga.
-No entiendo nada -dijo la hormiga, es que
oigo tan mal...
Entonces el mono se puso furioso, echó a la
hormiga, al elefante, al agua, al fuego, al palo, al perro, al gato, al ratón y
al sastre, y saltó por la ventana.
Desde aquel día, la hormiga muerde al
elefante, el elefante bebe el agua, el agua apaga el fuego, el fuego quema el
palo, el palo golpea al perro, el perro persigue al gato, el gato persigue al
ratón, el sastre no para de lamentarse y el mono, en cuanto ve a cualquiera de
ellos, se escabulle.
Tiene miedo de que otra vez lo obliguen a ser
juez.
009. anonimo (africa)
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