44. Anónimo
En cada planta hay un elfo, que es amigo de quien la cuida. Y en aquel
rosal vivía uno que quería mucho a la joven que regaba el jardín y quitaba al
rosal las hojas secas.
La joven tenía un novio, pero el hermano de ella le odiaba y no les dejaba
casarse; hasta que el joven tuvo que irse a la guerra y murió en una batalla.
La joven lloró mucho, y el elfo trataba de consolarla.
‑¡Moriré tranquila, si tengo a mi lado un recuerdo de él! ‑repetía la joven
una y otra vez, y el elfo partió para conseguir un recuerdo del joven para la
muchacha.
Trajo un anillo y ella plantó en un tiesto el rosal, poniendo entre la
tierra el anillo de su prometido. ¡Cómo floreció la planta! Estaba hermosísima
y ella la cuidaba como nunca.
Pero la joven seguía triste y el elfo la preguntó:
‑¿Qué puedo hacer por ti ahora amiga mía?
‑¡Llevarme junto a él! ‑respondió la enamorada.
Entonces, el elfo se puso a contarle bellas historias de amor como sólo él
sabía hacerlo, hasta que la joven se durmió para no despertar más y reunirse
con su amado en el cielo.
999. Anonimo
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