Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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lunes, 15 de octubre de 2012

La viejecilla y sus tres perritos

16. Cuento popular

Ésta era una viejecilla que tenía tre perrito que se llamaban Bebevino, Comepán y Comequeso. Y la vie­jecilla era mu devota de la iglesia y too lo día iba a la iglesia a rezá, y siempre llevaba su tre perrito.
Güeno, pué una ve que fué a la iglesia a rezá, cuan­do ya se iba pa su casa echó de meno a uno e su pe­rrito, Bebevino. Y venga a buscalo y venga a bus­calo por toa la iglesia, pero na, no lo pudo encontrá. Y empieza la viejecilla a llorá y a gritá:
-¡Ay, Señó, que me se ha perdío uno e mi tre perrito! ¡Bebevino, Bebevino! ¿ónde estás, Bebevino? ¡Bebevino, Bebevino! ¿ónde estás, Bebevino?
Y na, er perrito se había perdío y no lo halló. Y llora que tellora y grita que tegrita y la viejecilla no salía de la iglesia.
Conque ya en eso llega er sacristán y le dice a la viejecilla que se sarga porque ya tiene que cerrá la iglesia. Pero ella no se quería salí y lloraba si tenía que llorá y gritaba si tenía que gritá. Güeno, pué ya er sacristán la echó fuera y cerró la puerta e la igle­sia y la viejecilla se fué pa su casa llorando y gri­tando.
Otro día fué otra ve a la iglesia acompañá de su do perrito Comepán y Comequeso. Y estuvo rezando y cuando se iba pa su casa, echó de meno a Comepán. Y anduvo buscánsolo por toa la iglesia, pero no lo pudo encontrá. Y empieza a llorá y a gritá, que si mucho fueron lo lamento der día anterió, ma fueron ahora:
-¡Ay, que me se ha perdío otro perrito, mi Co­mepán! ¡Ay, que me se ha perdío otro perrito, mi Comepán! ¡Ay, Señó, que me se han perdío do, Bebe­vino y Comepán! ¡Ay, Señó, que me san perdío do, Bebevino y Comepán! ¿Qué vi a hacé ahora?
Y venga a llorá y venga a gritá. Hasta que ya er sacristán tuvo que cerrá la puerta e la iglesia y la echó fuera. Y la pobre viejecilla se fué pa su casa llorando si tenía que llorá.
¿Y Comequeso? ¿Saben ustedes lo que le pasó a Comequeso? Pué que se comió er queso y se acabó er cuento.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo    

003. España

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