Dice
que una vez había una gran fiesta y habían concurrido todos los
perros y los gatos de veinte leguas a la redonda. El dueño de casa a
medida que llegaba la concurrencia los invitaba a sacarse los cueros
y a dejarlos en una pieza.
Bailaron
y cantaron toda la noche. A la madrugada se armó un gran bochinche
por que 'taban todos medios alegres y el dueño 'e casa llamó la
policía.
Los
perros y los gatos quisieron disparar para no caer presos y cada uno
se apuró a sacar su cuero. Todos se amontonaron en la oscuridá y
nadie pudo juntarse con su cuero. Todos salieron con cueros ajenos.
Desde
entonces los perros y los gatos se tienen rabia porque piensan que
con mala intención agarraron los cueros ajenos. Y por eso también
los perros se huelen el traste.
Luisa
Sánchez de Monzón, 70 años.
Rosario
del Tala. Tala. Entre Ríos, 1948.
Lugareña
de cierta cultura. Buena narradora.
Cuento
795 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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