Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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jueves, 28 de junio de 2012

La respuesta de aruni

El jovencito Svetaketu, con muchas inquietudes espirituales, estaba confuso. No llegaba a compren­der quién era el Ser que todo lo penetra y cómo este Ser se diversifica de tal manera. Desorientado, pre­guntó a su padre. Padre e hijo estaban muy unidos y a menudo mantenían fecundos diálogos espirituales. Aruni, el padre, dijo:
-Del mismo modo, querido hijo, que las abejas preparan la miel recogiendo el néctar de diversos árboles para hacer con ellos su esencia, pues el néctar no puede discriminar y decir: yo soy de este árbol o yo soy de aquel otro; de la misma manera las criaturas no saben que están inmersas en el Ser Supremo.
Cuando el muchacho tenía doce años fue enviado por otros doce a estudiar los Vedas con un maestro. Transcurrido ese tiempo, se creía un gran sabio y se había vuelto arrogante y vanidoso. El padre lo perci­bió así y le dijo:
-Pensando que eres un sabio, te has vuelto arro­gante y vanidoso, ¡qué lástima! Y, sin embargo, no sabes que el Ser Supremo es Aquel por el cual lo que no se oye es oído, lo que no se piensa es pensado, lo que no es conocido se conoce.
No, claro que no era tan sabio. Nada sabía real­mente de todo ello, así que, todavía ignorante y sin duda recuperando su humildad, pidió a su amado padre que le instruyera. Aruni se expresó así:
-Querido hijo, del mismo modo que por el conocimiento de un trozo de arcilla se conoce todo lo que está hecho de arcilla, pues todas las modifica­ciones no son sino nombres y cada nombre no es más que una palabra, mientras que la arcilla es la verdad, lo real. Hijo mío, del mismo modo que por el cono­cimiento de un solo lingote de oro, o de cobre o de una joya, se conoce todo cuanto está hecho de esta materia, ya que todas las modificaciones no son sino nom-bres, y los nombres no son más que palabras, y el oro o el cobre son la verdad, lo real. Del mismo mo­do, hijo mío, que por el conocimiento de un solo par de tijeras cuanto está hecho de hierro se conoce, puesto que todas las variantes no son sino nombres, y los nombres no son sino palabras, y el hierro es la única realidad.
Entonces el muchacho comenzó a comprender. ¡Qué gran maestro era su padre! Y más aún: ambos estaban animados por el Ser.

El Maestro dice: Las perlas del collar pueden ser innumerables, pero el hilo que las engarza es uno y el mismo.

Fuente: Ramiro Calle

004. Anonimo (india),

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