La diosa iba a emprender
una larga peregrinación y no quería hacerla sin compañía. Por ello reunió a sus
miles de devotos para elegir uno de ellos como compañía para la peregrinación.
Les pidió que la fueran abrazando uno por uno y así lo hicieron todos los
devotos. Después, la diosa eligió uno de ellos. Los demás devotos protestaron.
¿Qué diferencia había entre uno y otro abrazo?
La diosa explicó:
-Todos me sois muy
amados, pero sólo uno de vosotros me ha abrazado conscientemente. Los demás lo
habéis hecho mecánicamente, sin atención. ¿No sabéis todavía que a la diosa
sólo se llega a través de la senda de la consciencia?
El Maestro dice: el que no permanece atento es como si ya
hubiera muerto.
Fuente: Ramiro Calle
004. Anonimo (india),
No hay comentarios:
Publicar un comentario