El zorro tiene fama de
astuto; el camello es célebre por su capacidad para desarrollar trabajos pesados.
Y en una ocasión una zorra contempló cómo un zorro corría desesperadamente.
-¿Qué te ocurre, amigo?
-le preguntó la zorra. Sin apenas amino-rar la marcha, el zorro, preso del
pánico, explicó:
-Un grupo de hombres
están acopiando camellos para llevar a cabo unos trabajos pesados.
-Pero no seas bobo
-repuso la zorra-, ¿acaso tienes tú algo que ver con los camellos, cuando ni
tienes el menor parecido con ellos?
Y el zorro replicó:
-Siempre puede surgir
algún intrigante que asegure que soy un camello y a ver entonces quién me
libra del trabajo.
El Maestro dice: La habilidad del ser humano para intrigar es
un pozo sin fondo.
Fuente: Ramiro Calle
004. Anonimo (india),
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