30. Cuento popular
Santa Catalina desde niña
fué santa y el Señor y la
Virgen Santísima la querían mucho. Pero la madre de Santa
Catalina era muy pecadora, y el pecao que tenía era la maldicencia. Siempre
hablaba mal de todos y a todos calumniaba.
Y Santa Catalina murió
primero que su madre y fué gloriosa al cielo. Y allá en el cielo todo el tiempo
estaba rezando pa que su madre se hiciera también santa como ella. Pero la
madre seguía tan mala como siempre.
Y cuando murió la madre,
Santa Catalina fué a rogarles al Señor Bendito y a la Virgen Santísima
que se llevaran a su madre al cielo. Y llegó la madre de Santa Catalina y dijo
el Señor que pesaran los pecaos y lo bueno que había hecho en el mundo. Y la
balanza caía hasta el suelo por el lao de los pecaos. Y dijo San Pedro que
tenía que ir la madre de Santa Catalina al infierno.
Y Santa Catalina fué
entonces a rogarle a la Vir gen
Santísima que permitiera a su madre entrar en el cielo. Y la Virgen le dijo que fuera a
ver al Señor. Y fué Santa Catalina a ver al Señor y el Señor le dijo que lo que
la Virgen
dijera. Y fué otra vez Santa Catalina a ver a la Virgen y le dijo que el
Señor había dicho que lo que ella dijera. Y entonces la Virgen le dijo a la santa:
-¿Qué quieres mejor, irte
tú con tu madre al infierno, o que se quede ella aquí?
Y la santa le dijo:
-Lo que la Virgen Santisima
quiera.
Y entonces la Virgen fué a ver al Señor y
le rogó que dejara a la madre de la santa salir del infierno y entrar en el
cielo. Y el Señor le dijo a la
Virgen que lo que ella quisiera. Pero dijo el Señor que al
salir del infierno pa entrar en el cielo, que salieran también todas las almas
que se le prendieran a ella y entraran también en el cielo.
Y ya fueron los ángeles
al infierno a traer a la madre de Santa Catalina, junto con todas las almas que
al salir ella se le agarraran.
Y ya iba a salir y se le
agarraron muchas almas alrededor. Y ella, al verlas agarradas, les gritó, inuy
enfadada:
-¡Apártense! ¡Apártense!
Si quieren subir al cielo, tengan una hija santa como la he tenido yo.
Y por eso ya el Señor la
castigó y no la quiso recibir en el cielo. Y los ángeles la dejaron en el
infierno.
Y Santa Catalina entonces
fué otra vez a rogarles a la
Virgen y al Señor Bendito que sacaran a su madre del
infierno. Y le dijo el Señor:
-Tu madre se condena sola
y no se arrepiente. ¿Que quieres tú ir al infierno con ella si no puede entrar
en el cielo?
Y Santa Catalina dijo que
quería irse con su madre. Y se fué al infierno Santa Catalina con su madre.
Fuente:
Aurelio M Espinosa
003. España
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