Ésta era una mariposita
que estaba sentadita en su balcón, y pasó por ai un ratoncito y le dijo:
-Mariposita, mariposita,
¿te quieres casar conmigo?
Y la mariposita, como le
vió tan guapao, le dijo:
-Sí, sí, me casaré
contigo.
Y se casaron y se fueron
a vivir en la casa de la mariposita.
El domingo por la mañana,
se levantó la mariposita muy tempranito y puso la olla, y le dijo al ratoncito:
-Ratoncito mío, cuida la
olla, que yo voy a misa y a por flores pa la mesa.
Y se fué la mariposita. Y
a poco que se había marchao, Lié el ratoncito a ver si la olla hervía, y en
vez de coger la cuchara grande cogió la pequefla y se cayó en la olla y se
hogó.
Conque en ese medio
tiempo, llegó la mariposita y llamó:
-¡Ratoncito mío, abre!
¡Ratoncito mío, abre!
Pero nadie contestaba. Y
dice ella:
-Estará a jugar a la
plazuela con sus amigos. Voy a entrar.
Y como la puerta no
estaba cerrada con llave, la abrió y entró. Y todo estaba como cuando ella se
había ido a misa y a por flores. Y puso las flores sobre la mesa y se fué a
ver la olla. Y ya todo estaba muy bien cocido y dice:
-Mientras viene el
ratoncito, voy yo a comer un poco.
Y empezó a comer y en
cuanto más comía, más le gustaba, y decía:
-¡Ay, pero que carne más
rica! ¿De dónde habrá traído el ratoncito esta carne tan rica pa echar en la
olla?
Y siguió comiendo hasta
que se encontró la piel y la cabecita del ratoncito. Y dice:
-¡Ay, Dios mío! ¡Si es mi
ratoncito! ¡Pobre ratoncito mío, que me lo he comido!
Y se puso al balcón a
gemir y llorar.
Y ya pasó por allí un
pajarito y le dice:
-Mariposita, ¿por qué
lloras?
-Porque el ratoncito se
ha caído a la olla, y yo como buena mariposita, le gimo y le lloro.
Y dice entonces el
pajarito:
-Pues yo como buen pajarito,
me corto el pico.
Y se fué volando el
pajarito y se encontró con la paloma, y ésta le dice:
-Pajarito, ¿por qué te
has cortao el pico?
-Porque el ratoncito se
ha caído a la olla y la mariposita le gime y llora, y yo como buen pajarito,
me he cortao el pico.
Y dice entonces la
paloma:
-Pues yo como buena
paloma, me corto la cola.
Y se fué volando la
paloma de allí y ya llegó a su palomar. Y le pregunta el palomar:
-Paloma, ¿por qué te has
cortao la cola?
-Porque el ratoncito se
ha caído a la olla y la mariposita le gime y llora y el pajarito como buen pajarito,
se ha cortao el pico, y yo como buena paloma, me he cortao la cola.
Y dice entonces el
palomar:
-Pues yo como buen
palomar, me arruino.
Y entonces la fuente que
estaba debajo del palomar le dice:
-Palomar, ¿por qué te
arruinas?
Y contesta el palomar:
-Porque el ratoncito se
ha caído a la olla y la mariposita le gime y llora y el pajarito como buen pajarito,
se ha cortao el pico, y la paloma como buena paloma, se ha cortao la cola, y yo
como buen palomar, me arruino.
Y dice entonces la
fuente:
-Pues yo como buena
fuente, dejo mi corriente.
Entonces los niños que
venían a por agua le dicen a la fuente:
-Fuente, ¿por qué dejas
tu corriente?
Y la fuente contesta:
-Porque el ratoncillo se
ha caído a la olla y la mariposita le gime y le llora y el pajarito como buen pajarito,
se ha cortao el pico, y la paloma como buena paloma, se ha cortao la cola, y
el palomar como buen palomar, se ha arruinao, y la fuente como buena fuente,
dejo mi corriente.
Y dicen entonces los
niños:
Pues nosotros como buenos
niños, rompemos los cantarillo y nos vamos a casa.
Y se encuentra los niños
con la reina y les dice:
-Niños, ¿por qué habéis
roto vuestros cantarillos?
Y los niños la dicen:
-Porque el ratoncillo se
ha caído a la olla y la mariposita le gime y le llora y el pajarito como buen pajarito,
se ha cortao el pico, y la paloma como buena paloma, se ha cortao la cola, y
el palomar como buen palomar, se ha arruinao, y la fuente como buena fuente,
ha dejao su corriente, y nosotros como buenos niños, hemos roto nuestros
cantarillos y nos vamos a casa.
Y dice entonces la reina:
-Pues yo como buena
reina, me quito la mantequilla blanca y te has puesto la negra?
Y contesta la reina:
-Porque el ratoncillo se
ha caído a la olla y la mariposita le gime y le llora y el pajarito como buen pajarito,
se ha cortao el pico, y la paloma como buena paloma, se ha cortao la cola, y
el palomar como buen palomar, se ha arruinao, y la fuente como buena fuente,
ha dejao su corriente, y los niños como buenos niños, han roto sus cantarillos
y se han ido a casa, y yo como buena reina, me he quitao la mantilla blanca y
me he puesto la negra.
Y dice entonces el rey:
-Pues yo como buen rey,
me quito los pantalones y me quedo en calzoncillos y echo a correr.
63. Cuento popular
63. Cuento popular
Fuente:
Aurelio M Espinosa
003. España
No hay comentarios:
Publicar un comentario