Isabel
y Tomás fueron al bosque a coger moras, pues era la época de
fabricar mermelada.
Se
divirtieron de lo lindo arrancando las más gordas, las que estaban
en lo más alto. Por fin, llenaron la bolsa y regresaron a casa
charlando alegremente.
En
el camino de vuelta, Tomás probó una mora y otro tanto hizo Isabel.
Después otra para cada uno. Y después una tercera. Y así siguieron
hasta vaciar la bolsa.
Cuando
llegaron a casa, su madre los recibió con una sonrisa:
-¿Os
apetece merendar pan con mermelada?
-¡No!
¡Hoy no! ¡Ya tenemos bastante! -confesó Tomás.
Isabel
estuvo de acuerdo con él.
0.999.1
anonimo cuento - 063
No hay comentarios:
Publicar un comentario