Dos
ranas saltaban sobre las hojas de nenúfar, discutiendo sobre cuál
de las dos era el mejor médico de la tierra. Podían curar a
cualquier animal y también mejorar su aspecto.
Los
animales se reunieron alrededor de ellas y el chacal tomó la
palabra.
-¿Cómo
os atrevéis a presumir de esa forma cuando ni siquiera sois capaces
de andar correctamente?
-¿Por
qué -añadió un carnero- no empezáis por arreglar vuestra propia
piel?
-¿Por
qué -continuó el buey- tenéis entonces esos ojos saltones y
desagradables?
-Pero
a nosotras nos gusta ser como somos -dijo una de las ranas.
-Pues
también nosotros -contestaron al unísono el chacal, el carnero y el
buey- estamos encantados de ser como somos.
Al
oír esto, las ranas pensaron que deberían haber reflexionado antes
de hablar.
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anonimo cuento - 063
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