Tanto
gustó la trompeta entre los invitados al baile de disfraces que
todos hablaban del enano verde.
La
noticia llegó a oídos del rey y la reina, y, cuál no fue la
sorpresa del enanito, cuando a los pocos días recibió una
invitación para un baile en palacio. Se puso su traje, su sombrero
de pluma y se encaminó hacia el palacio. Le hicieron pasar a la sala
de audiencias y, allí, el rey le explicó que tendría que tocar la
trompeta después de cada baile para anunciar el siguiente.
¡Qué
orgulloso estaba el enanito! Y cuando la princesa le pidió que
bailara con ella, aceptó encantado.
A
su vuelta, contó a sus amigos su aventura y lo afortunado que había
sido.
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anonimo cuento - 063
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