Aquel
verano Dani iba a pasar sus vacaciones en la playa. Lo primero que
hizo nada más llegar fue desenvolver el nuevo equipo de buceo que le
había comprado' su padre: gafas de bucear, aletas... faltaba algo!
Se volvió hacia su padre, desilusionado, y preguntó:
-¿Dónde
está la botella de oxígeno?
Su
padre sonrió y le contestó que todavía era muy pequeño para tener
una.
-Pero
este año yo quería bucear hasta el fondo, ver los delfines y...
-¿Para
qué quieres bajar hasta el fondo? Tendrás que esperar a ser mayor.
Además, si quieres ver delfines, allí tienes uno -afirmó el padre
de Daniel, apuntando con el dedo hacia el mar.
Había
grandes olas y, sobre sus crestas blancas, se veía nadar a un delfín
en dirección a la playa. Cuando vio a Daniel, empezó a jugar con él
y estuvieron juntos todo el día, hasta que llegó la hora de irse a
la cama.
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anonimo cuento - 064
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