Érase
una vez un hechicero que capturó a dos hermanos. En cuanto
intentaban abandonar el barco, se convertían en gaviotas y no
recobraban la forma humana hasta que no volvían al barco.
Uno
de ellos encontró una forma de escapar del hechicero, explicó a su
hermano la idea y nadó hasta la orilla, donde se transformó en
gavio ta. Su hermano lo vio volar y llamó al hechicero. Lo entretuvo
un buen rato, para darle tiempo a la gaviota de buscar el conjuro en
el camarote del hechicero. Encontró el libro, arrancó la página
con el pico y salió volando.
El
hechicero volvió a su camarote. La gaviota sobrevoló la cubierta y
lanzó el papel a los pies de su hermano, que pronunció las palabras
mágicas. De esta forma, el hechizo quedó roto.
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anonimo cuento - 063
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