Érase
una vez una flor que se creía la más bella del mundo. Tenía los
pétalos amarillos y un delicado aroma. Vivía cerca de una charca en
la que contemplaba su imagen reflejada.
«Soy
-se decía- el ser más bello del mundo.»
Un
día, una niña que pasaba se fijó en la flor. Era tan hermosa que
no pudo resistir la tentación: la arrancó y se la llevó a casa.
Allí,
se la regaló a su abuela, que la colocó sobre la mesa en un jarrón.
La flor se sentía feliz, pues tenía cerca un espejo en el que
contemplarse. ¡Era un narciso!
0.999.1
anonimo cuento - 063
chimbita la historia jeje
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