Dos
gatos estaban durmiendo la siesta, cuando vino a despertarlos un
ratón:
-No
se lo digáis a nadie, pero hoy la granjera va vestida de rojo.
-¿Cómo?
-preguntó uno de los gatos.
-Que
la granjera se ha hecho daño en un ojo -respondió el otro gato.
Más
tarde, acertó a pasar por allí un grupo de gallinas.
-No
se lo digáis a nadie -les confió el segundo gato, pero la granjera
está muy enferma, se ha herido en un ojo.
La
noticia se corrió por toda la granja. Los animales, muy compóngidos,
cogieron para ella un ramo de flores, como prueba de amistad.
Vieron
entonces a la granjera, vestida con un precioso vestido rojo.
-¡Qué
amables! -exclamó. ¡Hacen juego con mi vestido! ¡Qué bonito
regalo de cumpleaños!
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anonimo cuento - 063
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