Había
una vez dos ninfas que vivían en un claro del bosque. Vivían con
sus hermanas, pero ellas nunca trabajaban. De la mañana a la noche,
no paraban de bailar.
Sus
hermanas intentaban que trabajaran, pero no había nada que hacer:
ellas bailaban, bailaban y bailaban.
Después,
cuando llegó el frío, las ninfas habían reunido suficiente comida
para pasar el invierno. Pero las dos ninfas bailarinas no tenían
nada que comer.
Fueron
a buscar a sus hermanas y les pidieron comida. Pero estas se negaron:
«Si hubieseis sido más listas, habríais almacenado algo para el
invierno.»
Las
dos ninfas adelgazaron muchísimo y poco faltó para que murieran de
inanición. Porque es bueno divertirse y pasarlo bien, pero hay que
saber prever los tiempos difíciles.
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anonimo cuento - 063
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