Hace
mucho tiempo, en un bosque en Alemania, vivía un hada tan tímida
que nadie la había visto, ni siquiera el sol. Sólo salía por la
noche.
Pero
un buen día de verano el sol se levantó antes de lo acostumbrado.
Pudo
ver, entonces, al hada que, transformada en jabalí, buscaba refugio
entre los grandes árboles para escapar así a su vista.
Ocurrió
que, precisamente aquel día, el Señor de la Selva había salido a
la caza del ciervo. A caballo, pasó junto al árbol en que se
escondía el hada.
Más
allá, un cervatillo intentaba escapar y encontrar a su madre.
El
hada, muy enfadada, reunió todo su poder mágico y gritó:
-¡Selva!
¡Oh, selva! ¡Vuélvete negra como lo profundo de la noche!
Al
punto, la selva se oscureció, se volvió negra. La caza quedó
interrumpida.
Y,
aún en nuestros días, esta selva se llama Selva Negra.
0.999.1
anonimo cuento - 063
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