Sammy
la ardilla fue de gran ayuda para Tomás cuando emprendió la tarea
de modelar a la gata Kiti en arcilla. Incluso le sugería ideas muy
originales. Le sugirió que utilizara cáscaras de nuez para las
orejas del minino. Después, le propuso que hiciera la nariz con una
avellana. Empleó dos trozos de mica para los ojos, pero esta vez la
idea fue de Al. Tardaron un buen rato en decidir con qué harían las
garras. Por fin, utilizaron las púas de una rama seca de espino.
Y
el resultado fue espléndido, incluso hubiera podido confundirse con
la verdadera Kiti. Tanto se parecía a su modelo, que se diría que
el animal había cobrado vida. El padre de Tomás quedó realmente
satisfecho.
0.999.1
anonimo cuento - 064
No hay comentarios:
Publicar un comentario