Éste
es el cuento del rey de los pajaritos y la lechuza. Es el que llaman
también caburé.
Este
rey da un grito y vienen alrededor de él los pajaritos, y él come
uno. Elige el que él quiere y lo come; lo despedaza y lo come.
La
lechuza era viuda y tenía un solo hijo, y se desesperaba pensando
que este pájaro criminal se lo podía matar. Empezó a pensar qué
podía hacer para salvarlo. Entonce pidió audiencia al rey y la
atendió. Entonce le dice:
-Le
vengo a pedir un favor, rey, ya que usté es tan caritativo. Tengo un
solo hijo, y es el único sostén mío. Yo le pido que no me lo mate,
que me haga ese gran favor. Entonce él le dice:
-Bueno,
señora, le prometo que no se lo voy a matar. Pero, ¿cómo podemos
hacer para reconocer a su hijo entre todos los pájaros?
Entonce
la lechuza le dice:
-Mire,
Ray, mi hijo es el más lindo, el más
primoroso. El mejor de todos los pájaros es mi hijo.
Llegó
el día de la junta de los pájaros. Comenzó a llamarlos el caburé,
con ese graznido medio sordo que él tiene. Todos los pajaritos
empezaron a juntarse a su alrededor, gritando, alarmados, a ver quién
le toca la muerte. Todos estaban temblando de miedo y esperando la
suerte que les podía tocar.
El
rey empezó a mirar y mirar. Se acordaba su compromiso con la lechuza
y buscaba, para no equivocarse, el más feo. El Rey eligió el más
feo que había. Una vez que eligió, tiró el zarpazo, lo destrozó y
lo mató. Era justo el hijo de la lechuza.
Cuando
vino la lechuza y vio lo que había pasado, largó un graznido
terrible y empezó a llorar y a echarle en cara al rey de los
pajaritos que no sabía cumplir su palabra y que no tenía lástima
de nadie. Entonce le dice:
-¡Ray,
me ha comido mi hijo! ¡Qué ha hecho! ¡Me ha comido mi único hijo!
Entonce
le dice el caburé:
-Vieja
adulona, eso te pasa por pretender que tu hijo sea el más lindo, el
mejor de todos, cuando es el más feo. Yo elegí el más feo, y tu
hijo era el más feo.
Por
eso cuando una madre alaba a sus hijos porque sí, se dice: ¡Bah, el
hijo de la lechuza!
Pedro
Sanón, 58 años. San Carlos. Las Colonias. Santa Fe, 1969.
El
narrador oyó este cuento de niño, en la región.
Cuento
666. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
No hay comentarios:
Publicar un comentario