El
caballero de la espada mágica había eliminado al dragón, pero
había herido a varios nobles caballeros. El rey, al verlo, se
enfureció de tal manera que lo encerró en una torre.
Después,
llamó al mago para que, con unas gotas de su elixir mágico, curara
a los cortesanos. Así lo hizo pero, sin darse cuenta, unas gotas
salpicaron al dragón, que cobró nueva vida.
-Exijo
un sacrificio -rugió. ¡Que me traigan a la princesa!
El
rey, horrorizado, explicó que alguien debía ir a buscarla y que, si
se dignaba esperar unos minutos, la tendría allí. Llamó a su más
fiel criado y, con voz potente, le ordenó que hiciese venir a la
princesa y, en voz baja, le dijo que dejara libre al caballero de la
espada mágica, que permanecía encerrado en la torre.
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anonimo cuento - 064
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