Érase
una vez un rey que oyó hablar de un arma nueva y maravillosa,
superior a sus arcos y flechas. Envió a su criado a buscarla. Se
llamaba escopeta.
Cuando
el criado volvió con la escopeta, el rey le preguntó que cómo
funcionaba. Por desgracia, el criado había olvidado preguntar al
armero sobre ese punto. Así que cogió la escopeta por el cañón y
la hizo girar alrededor de su cabeza, como un garrote.
-No
veo dónde está la novedad -protestó el rey. Si hubiera querido un
garrote, lo habría pedido.
Y,
convencido de que un arma como aquella no constituía un progreso,
volvió a sus arcos y flechas.
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anonimo cuento - 064
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