A
Eric le gustaba mucho la nieve. Justo cuando había parado de nevar
corrió al jardín y se puso a fabricar un gigantesco muñeco de
nieve.
Todas
las mañanas se levantaba temprano para ver a su muñeco. Un día vio
que lloraba y se puso muy triste:
-Dime,
¿qué es lo que te ocurre? -le preguntó.
-Lloro
por el sol -respondió el muñeco de nieve. Sus rayos hacen que me
derrita y siento que se acerca mi fin.
Eric
se quedó muy triste viendo como su muñeco lloraba y lloraba. Y con
cada lágrima se hacía más y más pequeño.
Aquella
noche, la nieve cayó en abundancia. Al día siguiente, Eric
construyó un muñeco de nieve en un lugar al abrigo del sol y así
el muñeco vivió mucho más tiempo, hasta el final de las
vacaciones.
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anonimo cuento - 063
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