Érase
una vez un oso que fue a robar miel al panal de las abejas. Se
escondió en un tonel, cerca de la colmena, en el preciso momento en
que el enjambre echaba a volar, dejando la miel sin vigilancia. El
oso sacó rápidamente la cabeza del tonel y vio, junto a la colmena,
a otro oso que también sacaba la cabeza de otro tonel.
Los
dos osos, al verse sorprendidos en tan ridícula situación, huyeron
a toda prisa, con lo cual evitaron que les picaran las abejas
guerreras, encargadas de defender la colmena.
0.999.1
anonimo cuento - 063
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