Recordad...
Clara había dibujado un hombrecillo en un globo que había echado a
volar, a través de la ventana abierta.
El
globo ascendía. El hombre, mientras tanto, examinaba la tierra con
su catalejo cuando, de pronto, divisó una casita deshabitada. La
hiedra cubría las paredes y las flores del jardín lanzaban sobre
ella destellos de color.
El
lugar era tan atractivo que el tripulante del globo decidió
aterrizar allí.
La
casa y el jardín lo atraían tanto que decidió quedarse. Desde
entonces, visita a Clara en sueños para transmitirle la magia de
aquel lugar.
0.999.1
anonimo cuento - 063
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