Érase
una vez una pareja de viejecitos, que eran muy pobres pero vivían
muy felices.
Lo
más valioso que tenían era una gallina negra que puso un día un
enorme huevo.
Pasó
casi un mes hasta que el cascarón se rompió y los viejecitos vieron
salir el pollo más grande que habían visto jamás. Le dieron unos
granos de trigo y el pollo, después de comérselos rápidamente, se
puso a picotear todo lo que encontraba mientras seguía engordando
más y más.
El
viejo, no pudiendo soportar el espectáculo, corrió a buscar un
hacha y le cortó la cabeza. Su mujer lo desplumó y lo asó, pero
era tan grande que no pudieron comérselo entre ellos dos solos.
Acudieron
los vecinos a comprar una parte de aquel pollo gigante y, así, la
pareja sacó suficiente dinero para no volver a pasar necesidad.
0.999.1
anonimo cuento - 063
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