Una
mañana, al levantarse, Clara encontró junto a su cama un cochecito
de muñeca. Cogió de la estantería su muñeca preferida, la acostó
en el cochecito y corrió a enseñárselo a sus padres.
Estaban
desayunando.
-¡Gracias!
-gritó desde la puerta.
-¿Por
que? -le preguntó su madre.
-¡Por
mi regalo de cumpleaños! -contestó ella. ¡Por el cochecito de
muñeca!
-¡Un
cochecito! -exclamó el padre, extrañado, al tiempo que se volvía
hacia su mujer. ¿Sabes tú algo de esto?
La
madre, entonces, miró a Clara al tiempo que sonreía:
-Papá
quiere hacerte de rabiar. Esperamos que te guste. ¡Felicidades,
hija!
El
cumpleaños es una fiesta muy agradable.
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anonimo cuento - 063
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