Un
día, los lobos asaltaron a un pastor y amenazaron con matarlo, a
menos que les indicara el lugar donde escondía sus ovejas.
El
pastor confesó que las guardaba en un campo a unos pasos de lobo de
allí.
-¿Cuántos?
-preguntaron los lobos.
-Dos
veces menos de media docena, más media vez más de docena y media.
Y, ahora, perdonadme pero tengo prisa.
Y,
mientras los lobos se estrujaban el cerebro intentando encontrar
respuesta al problema, el viejo pastor corrió a esconder las ovejas
en otro sitio.
0.999.1
anonimo cuento - 063
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