Un
cazador estaba un día en el bosque, acechando una pieza, cuando se
cruzó con él un oso de aspecto contrariado.
-¿Qué
te ocurre? -preguntó el cazador.
-Esta
noche, alguien me ha robado la miel y no sé qué hacer -contestó el
oso, enojado.
-Si
quieres, podemos seguir las huellas del ladrón y ver a dónde nos
llevan -le propuso el cazador.
El
oso asintió y, siguiendo el rastro, llegaron a la madriguera del
zorro.
-¡Zorrito!
-gritó el cazador. ¡Por favor, sal un momento!
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anonimo cuento - 063
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