Una
tarde, estaba el sol preparándose para ir a dormir, cuando vio a
tres pájaros llorando.
-¿Por
qué lloráis? -se interesó.
-Es
la primera vez que volamos y nos hemos perdido. No vivimos muy lejos,
pero si tú te acuestas, en la oscuridad, no encontraremos el camino
de vuelta a nuestro nido -piaron los tres al mismo tiempo.
El
sol estaba muy cansado. Además, sabía que mucha gente se guiaba por
él para acostarse todos los días a la misma hora. Pero pensó que
esas personas no se enfadarían si, por una vez, se acostaba un
poquito más tarde. El tiempo necesario para que los tres pajarillos
encontraran su nido.
Aquella
tarde, algunas personas más observadoras se asombraron de que el día
fuera tan largo. Si hubieran conocido el motivo, les habría
sorprendido.
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