"Porque no importa
el principio, porque el camino es largo y porque el final es lo mas importante.
Este cuento es para ti."
En el principio del
mundo, cuando poco se conocía existió un hombre distinto a todos; Este hombre
tenia pájaros en la cabeza, también tenia cucarachas en la cabeza, tenia
cualquier clase de animales, siempre le habían dicho que él era un perro, que
era un animal, y era verdad, aunque nadie se diera cuenta él tenia muchos
animales dentro de si.
Soñaba con ser feliz,
no importaba como, el no sabia que animales tenia ni para que los tenia, es
mas, ni siquiera sabia que los tenia, pero ellos estaban ahí y ejercían una
atracción grandisima sobre todo el mundo, desde muy pequeño había andado con
gente mayor que el, por lo cual fue desarrollando una gran aptitud para
escuchar problemas y solucionarlos, pero este desarrollo este conocimiento no
lo tenia el, lo tenia un búho que vivía arriba de su cabeza tan alto que todos
los demás lo veían y se percataban de lo sabio que era este hombre, pero
también tan alto, que el no alcanzaba a preguntarle nada, tenia también otros
muchos animales que vivían en su cabeza, tenia un águila que era su orgullo,
pues siempre se había considerado libre y esta era su máxima felicidad, ser
libre, tenia una jauría de perros infalible en cualquier hombre, pero este
hombre nunca los soltaba por el placer de conseguir algo vano, o de conseguir
algo que fuera cualquier cosa. No, este hombre los soltaba cuando creía que
alguien o algo valía la pena, los soltaba con la esperanza de que estos le
trajeran su presa, no siempre lo lograban, pero cuando lo lograban el se ponía
feliz.
Tal era la vida de este
hombre, con su pequeño zoológico, donde cada animal cumplía una función primordial
y eran brillantes, el se sentía bien cuando la gente dependía de sus animales,
cuando alguien le hacia preguntas a su búho sabio, cuando alguien se divertía
con el pájaro de la felicidad que el tenia ahí, cuando alguien recurría a su
ave del cariño, cuando alguien simplemente se hacia al lado del para contemplar
la grandeza de estos animales, pero el. El se sentía solo y se sentía solo
porque el siempre soltaba sus animales, los dejaba libres, su águila iba hacia
otros lugares y les traía historias para contar, cuentos del norte, cuentos del
sur, ilusiones, alegrías y tristezas, pero mientras el águila estaba con-siguiendo
esto. El no tenia a nadie, su búho estaba siempre arriba, solucionando los
problemas de sus amigos y el no tenia tiempo para sí mismo, su búho era muy
ocupado como para pedirle consejos, su pájaro de la felicidad estaba muy
ocupado divirtiendo a todos, el ave del cariño solo existía para los demás.
pero.. Y él? Que pasaría con él. Poco a poco se fue poniendo cada vez más
tristes, si bien era cierto que de vez en cuando sus perros le conseguían
alguna presa, esto enorgullecía mas a los amigos que incluso a el mismo,
estaban tan poco tiempo sus animales ahí, que el ya no se fijaba, los nidos
andaban vacíos, el ni siquiera podría indicar con exactitud donde viva cada uno
de estos animales, de vez en cuando, un ave se acercaba a el, era el ave de
otra persona, iba y le contaba cosas el sabia que podía confiar en ella, pero
el ave se volvía a ir y el quedaba solo de nuevo.
Cierto dia, una de sus
tantas aves exploradoras volvió, traía una rama especial, olía delicioso, se
veía hermosa, y él quiso saber de donde había venido esa rama, así que empezó a
recordar con quienes había hablado ese ida, con quienes había compartido y
empezó a indagar y a investigar cada vez mas, hasta que se dio cuenta quien
era, cuando se la encontró de nuevo no supo que hacer, así que abrió sus
puertas, sus pájaros, volaron hacia ella y el espero que los de ella volaran
hacia el, ella hizo lo que hacían todos, se fue a consultar a su búho, a ese
búho que siempre estaba ahí para todo el mundo, ella se fue encariñando con esa
sabiduría, después llego a ella el ave del cariño, A el fueron llegando también
otras aves, eran las aves de ella, le traían su olor su cariño, su aroma, la
felicidad que ella irradiaba, también llego un búho con quien pudo hablar, pues
era bien sabido que el de él nunca le hablaba y así. Así fueron entablando una
linda amistad, el siguió feliz, hablaba con ella, y ella con el, se pedían
consejos y se ayudaban, el vuelo entre las cabezas era constante, cada ave
traía algo y llevaba otra cosa, compartían todo, su búho se volvía mas
inteligente con el de ella, el de ella con el de el.
Cierto día él quiso
acercarse a ella, quería verla muy de cerca, ella también, se acercaron el uno
al otro, se miraron fijamente, sentía como sus aves volaban, trataban de salir
todas al tiempo, y en ese momento él le dio un beso, ella se lo respondió y se
besaron, se besaron apasionadamente, una, dos, tres veces, cada vez con mas
amor y mas pasión, en ese momento, todas las aves, al unísono salieron volando,
las del y las de ella volaron, formaron una nube multicolor donde cada ave amo
a la otra, donde los pájaros se mezclaron con fuerza y pasión.
Desde ese día, el y ella andan juntos, cogidos de
la mano, con la mirada brillante y vacía como si no estuvieran, la gente dice
que están enamorados, el cada vez parece más idiota y ella ni se diga, son
felices los dos juntos y mientras la gente los mira y observa esa sonrisa permanente
en sus labios, esos suspiros, esas miradas ausentes, arriba. Una nube de aves
se eleva al cielo, juegan, comparten historias, dolores y anécdotas y ellos son
felices, porque por fin descubrieron. El amor.
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