Había un rey que tenía
un hijo, y cuando éste llegó a la edad casadera, dijo a sus padres:
-Quiero casarme con la
mujer más hermosa del mundo. Así es que voy a recorrer el mundo entero hasta
encontrarla. Salío del palacio y caminó hasta que llegó a una fuente en donde
se detuva a tomar a gua. Al inclinarse a beber el agua, vió que ahí se
reflejaban tres naranjas, alzó la vista y notó que de un frondoso naranjo
pendían tres grandes y hermosas naranjas.
-Que sabrosas se ven, dijo
el príncipe, y diciendo y haciendo, subío al árbol y cortó las tres preciosas
naranjas.
Partió la primera, y
como por encanto, salió del corazón de aquella naranja una joven muy hermosa,
quien al ver al príncipe le dijo:
-Dame pan.
-No puedo, contesto él,
-porque no tengo.
-Entonces a mi naranja
me vuelvo, dijo la joven, y desa-pareciéndose, la naranja quedó intacta. Partió
el príncipe otra naranja y de la fruta salió otra joven mucho más hermosa que
la primera.
-Dame pan, le dijo al
príncipe.
-No puedo, porque no
tengo, le contestó.
-Entonces a mi naranja
me vuelvo. La naranja se cerró y quedó como antes.
Se quendó pensativo el
príncipe y decidiose ir a conseguir pan por se de la última naranja otra joven
aun más hermosa, pidiéndole pan.
Así pensaba el joven,
cuando acertó pasar por allí un gitano en su coche.
-Amigo, le gritó el
príncipe, -te doy una moneda de oro se me das un pedazo de pan. Apresurosa a
bajar del coche el gitano y corriendo le llevó el pan al príncipe.
El príncipe ya contento
y satisfecho, partió la tercer naranja y tal como lo había pensado, del corazón
de la fruta saltó una joven muchísimo más hermosa que las dos anteriores.
-Dame pan, le dijo
ésta.
El príncipe gustoso le
dió pan a la joven quien luego le dijo:
-Ahora, te pertenezco,
puedes hacer de mi lo que quieras.
-Contigo me caso, le
dijo el príncipe.
Como la joven no tenía
vestido, el príncipe quería vestirla para poder llevársela a su palacio. Dió un
vistazo a la ropa del gitano que aun permanecía allí, pero notó que aquellas
prendas estaban muy sucias. El príncipe entonces le dijo a la joven:
-Quédate aqui con este
gitano mientras voy a traerte ropa.
El gitano tenía una
hija que viajaba con él en el coche, pero que habiéndose quedado dormida no se
dió cuenta de lo que cuando llegaron al lugar sucedió con el príncipe, ni que
había pasado. Despertose en el momento en que el príncipe se alejaba en su
caballo, y al verlo se enamoró de él.
Bajó luego del coche la
gitana y fué a reguntar a su padre que ocurría. Este le contó lo sucedido. La
gitana viendo a la joven le dijo:
-Déjame peinarte para
que estes más bonita cuando regrese el príncipe.
Consintió la joven, y
mientras la gitana peinaba su hermosa cabellera sintió que esta le clavaba un
alfiler en la cabeza. Al momento la dama de la naranja se volvió paloma. La
gitana entonces se quitó la ropa y se colocó en el sitio donde había estado la
joven.
Regresó el príncipe y
cuando vió a la gitana le dijo:
-Señora, ¡cómo te has
puesto negra!
La gitana le contestó:
-Es que me ha quemado
mucho el sol.
El príncipe creyendo
que era la misma joven de la naranja, se llevó a la gitana a su palacio y se
casó con ella.
Un día llegó una
palomita al jardín del rey y le dijo al jardinero:
-Jardinerito del rey
¿cómo esta el príncipe con su mujer?
-Unas veces canta, pero
más veces llora, -contestó el jardinero. Todos los días llegaba la palomita al
jardín y le hacía la misma pregunta al jardinero, hasta que éste contó lo
sucedido al príncipe.
El príncipe dió orden
al jardinero para que atrapara la palomita cuando regresara. El jardinero untó
de goma el árbol donde diariamente se posaba la palomita y cuando ésta hizo su
visita diaria, al querer emprender el vuelo quedó pegada al árbol pudiéndola
coger el jardinero fácilmente y llevársela al príncipe.
El príncipe se enamoró
de la palomita. La cogió con cariño y al estarle acariciando la cabecita
encontró el alfiler que tenía clavado y se lo sacó al momento. Inmediatamente
la palomita se convirtió en la bella dama de la naranja.
La hermosa joven le
contó su aventura al príncipe, y entrando los dos al palacio le comunicaron lo
sucedido al rey.
El rey indignado dió
órdenes para que inmediatamente quemaran a la gitana, y el príncipe y la dama
de la naranja se casaron y vivieron muy felices
999. Anonimo
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