66. Cuento popular
Una vez iban el sapo y la
sapa por un sendero y llovía mucho. Y llegaron a un arroyo onde bajaba mucha
agua, y escomenzaron a pasar.
La sapa, como es más
lista y pesa menos, pasó primero y se sentó en un canto al otro lao del
arroyo. Pero el sapo, que caminaba muy despacio, lo cogió una corriente muy
fuerte y ya se lo llevaba.
Y cuando ya se lo llevaba
la corriente decía:
-;Ay, que me ahogo! ¡Ay,
que me ahogo! ¡Adiós, sapa! ¡Que me lleva! ¡Adiós, sapa! ¡Que me lleva!
Y la sapa, desde el
canto, le gritaba:
-¡Adiós, sapo! ¡Adiós,
buen mozo, pantorrolludo y jugador de pelota!
Y entonces el sapo, con
los cariños que le decía la sapa, cobró fuerzas y dió un salto y cayó al otro
lao del arroyo, al ladito de la sapa, y le dijo:
-¡Y buen tirador de
barras en Toledo!
Fuente:
Aurelio M Espinosa
003. España
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