Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

miércoles, 17 de octubre de 2012

El erizo y la liebre .064

Vivían un erizo y una eriza en el campo. Y un día se levantó el erizo muy temprano y le dijo a la eriza:
-Hazme el almuerzo, que me voy a dar una vuel­ta por el campo.
Y salió el erizo al campo y se encontró con la liebre. Y la liebre le dice:
-¡Buenas días, amigo erizo! ¿Ande vas tan de mañana?
Y el erizo le contesta:
-Pues correteando por aquí, dando una vuelta por el campo.
Y la liebre le dice:
-¿Quieres que hagamos una apuesta?
-Sí. ¿A qué?
-Pues a correr. Y dice el erizo:
-¿Y qué vamos a apostar?
-Cinco duros y una botella de aguardiente.
Y ya dice el erizo:
-Güeno; apostamos, pero no ahora. Mañana sí.
Y quedaron a salir otro día a correr al campo.
Conque se fué el erizo a su casa y le dice a la eriza:
-¿Sabes que me encontrao con la liebre y hemos hecho una apuesta a ver quién corre más?
-Pero, ¿qué has hecho? -le dice la eriza. ¿Cómo vas a correr más que la liebre?
Y la contesta el erizo:
-Pues muy bien lo vamos a arreglar. Te vienes tú conmigo muy tempranito y nos vamos a una tierra arada, y tú te pones a la punta de un surco y yo me voy con la liebre a la otra punta de onde hemos de partir. Y allá me quedo yo. Y cuando la liebre ya vaya llegando ande tú estás, gritas, "¡Ya estoy aqui yo!", y verás como ganamos la apuesta.
Conque muy tempranito se levantaron el erizo y la eriza y se fueron al campo, ande había una tierra atada. Y la eriza fué y se puso a una punta de un sur­co, y el erizo se fué a encontrar a la liebre.
Y llegó la liebre y le dijo al erizo:
-¡Buenos días, amigo erizo! ¿ónde quieres hacer la carrera?
-Por aquí, por este surco que está derecho -con­testó el erizo.
Conque se fueron el erizo y la liebre a partir a la punta ande dijo el erizo. Y dijo el erizo:
-¡Ala! ¡Vamos!
Y dió la liebre un salto y echó a correr como el viento. Y cuando ya iba llegando a la otra punta del surco, saltó la eriza y gritó:
-¡Ya estoy aquí yo!
Y la liebre, muy sorprendida, dijo:
-Nada, nada; que vamos a otra carrera pa atrás.
Y la eriza dijo:
-Güeno. ¡Ala! ¡Vamos!
Y partió la liebre otra vez como el viento. Y cuan­do ya iba llegando a la otra punta del surco, ya la esperaba el erizo, y dió un salto delante de la liebre y gritó:
-¡Hola, comadre liebre! ¡Ya estoy aquí yo!
Y la liebre, ya cansada, dijo:
-Sí que me has ganao. Pero no; todavía no, que vamos a otra carrera.
-Pues vamos -dijo el erizo. ¡Ala! ¡Vamos!
Y otra vez echó a correr la liebre, que parecía que el viento la llevaba. Pero al llegar a la otra punta del surco, saltó otra vez la eriza delante de ella y gritó:
-¡Ya estoy aquí yo!
Conque ya la liebre con eso ya casi se dió por ven­cida. Pero dijo:
-Todavía vamos a otra carrera. Ésta es la última.
Y la eriza le dijo:
-Güeno, pues no perder tiempo. ¡Ala! ¡Vamos!
Y echó a correr la liebre, pero ya muy cansada. Y cuando llegó a la otra punta del surco, saltó el erizo delante de ella y gritó:
-¡Hola, comadre liebre! ¡Ya estoy aquí yo!
Y la liebre cayó reventá de tanto correr. Y ai en el campo se quedó la liebre reventá. Y el erizo y la eriza se fueron pa su casa con sus cinco duros y su botella de aguardiente.

64. Cuento popular

Fuente: Aurelio M Espinosa

003. España

No hay comentarios:

Publicar un comentario