Eran
tres hermanos pobres.
-Pero,
hijos, qué hacimos aquí -dice- todos. Cómo pasamos la vida -dice.
¿Por qué no va alguno de los mayores a buscarse la vida?
-Yo
le voy a dar -dice. Pierda cuidau -dice. Sientesé por áhi y
descanse -dice. Ya lo voy a cariñar un poco.
Bueno,
llega el viejo. Le da una rayita de pan, muy delgadita y una ollita,
que la ollita que cocinaba era de la cáscara di un güevo. Dice el
otro, viendo lo que iba áhi:
Y
agarra, ¿ve? Y le pega el tipo, a comer, a comer, a comer. No lo
pudo acabar nunca.
-Bueno
-dice. Guardeló para mañana -dice. Vaya a dormir. Vaya a dormir
porque mañana lo voy a mandar -dice- temprano -dice. Áhi tiene un
freno y un pelero -dice. Se va a la puerta del potrero. El primer
animal que halle, en la puerta del potrero, a ése lo trae para que
viaje.
Se
va al otro día bien temprano, el otro, a traer la bestia que lu
habían mandau. Lo primero que se encuentra con un burro, en la
puerta. Dice:
Y
toma un camino a lo que da. Ya cuando ha galopado un trecho largo, se
encuentra con un río de sangre que daba miedo. Dice:
Le
presta una bolsa y le mide el almú de plata, ¿no? Y le echa en la
bolsa. La planta al hombro, y se va a la casa. De lejo que iba
gritando:
-Yo
te voy a dar trabajo -dice, pierda cuidau -dice. Pase, sientesé
-dice. Descanse. Ya le voy hacer cariño -dice.
-Bueno,
dejeló pa mañana -dice el viejito. Bueno, a dormir, usté -dice-
mañana tiene que madrugar -dice, lo voy a mandar -dice. Áhi 'tá un
freno, y un pelero. Se va ir -dice- a la puerta 'el potrero y el
primer animal que lu encuentre, ése lo va traer -dice.
Este
otro no vía las horas de que venga el día para ir. Entre oscuro que
se va. Lo primero que se encuentra con el burro en la puerta 'el
potrero. Dice:
Le
puso otros guascazos. Lo corre. Dice:
Bueno...
Toma el camino. Sigue y se va. Bueno, éste llega al río con sangre,
¿sabe? Y él quiere sujetar el caballo, y se dentra el caballo. Y
cierra los ojos y pasa. Y dice:
Él
esperaba que lo dé vuelta, con caballo y todo este tremendo río. Y
pasa. Cuando pasa el río, ya nu había hondo sinó que chapaliaba el
caballo ¿no? Pasa al otro lado y abre los ojos y sigue.
Le
da otra bolsa. Mide el almú de plata y le echa a la bolsa. Bueno.
Sigue y se va tamién. ¡Contento! Dice:
Llega
allá. De lejos no más iba gritando:
-¡Ay!
-que dice el shulco, que era un muchachito chico, que dice- vea la
desgracia de los hermanos, dice, a trai carbón. ¿Con eso vamos a
comer nosotros? -dice. Yo me voy ir -dice. Echemé la bendición,
madre, que me voy a rodar tierra -dice. Yo, si nu hallo plata, sin
traile qué comer no vuelvo.
-Bueno,
guardeló pa mañana, m'hijo. Es una lástima que era chico, ¿no?
-Vaya,
pongasé en cama, dice. Usté, mañana, va a tomar un freno y un
pelero. Va a madrugar, y me va a trair el primer animal que halle en
la puerta del potrero, dice. -Ése lo va trair, dice. -Y va venir
para acá, usté, dice.
-Muy
bien m'hijo -que le dice. Tome esta carta, dice, ande se pare este
burro, dice, áhi va entregar la carta.
Se
da vuelta y parte el burro. ¡Madrecita! Cuando ya si ha dau cuenta,
ya 'taba por el río de sangre, áhi, ya. Ha teníu un susto bárbaro.
Si ha entrau. Ha cerrau los ojos y ya no tenía miedo. Y ya
chapaliaba el burro en la sangre, ¿no? Y pasa. Más allá abre los
ojos y dice:
-¡Qué
hago ahora!
Más
allá, un río de leche. Dice:
-¡Vea
la leche aquí! ¡Esto sí que es grande! ¡Más mucho! ¡Ah! -dice,
éste me lleva ya. Nu hay nada qui hacer. Áhi yo gua rodar, dice.
-Yo no voy nada.
Por
áhi pasa otra. Y que estaban dos piedras allí, peñascos, así
venían y se juntaban, y si abrían. Y por áhi pasaba el camino.
Tamién
ha querido sujetar el burro. Ya se li ha pasado, dice, cuando si han
separau. Ya pasa el burro y se vuelven a juntar.
Lo
que si abrían, chicotiaban. Lo que si abren, él quería sujetar,
tenía miedo, ¿no? ¡Pah!, el burro iba pasando y no lo podía
sujetar. Y pasa, y sigue, y sigue.
Y
más allá, unas dos cabezas que se juntaban. Botaban llamas por los
ojos, por las orejas, por las narices. Dice:
Bueno,
en lo que va a pasar, si abre así, pasa. No le pasa nada a él.
Bueno... Y sigue, amigo. Ya se vía un verde, unas fincas ¡de
lindas! Y el carril comu una hebra d' hilo. Y el burro, amigo, no le
mermaba, a todo escape. Entraba a las fincas. Comenzaba a ver unos
animales gordos en unos peladeros que nu había nada que si agache, y
pal otro lau en unos pastos florius unas vacas caéndose de flacas. Y
va y llega a la casa di una viejita, ande había ¡de pajaritos! Y
áhi golpia las manos y sale una viejita. Áhi se para el burro.
Bueno,
golpia las manos. Sale la viejita.
Áhi
lo consiente. Lu ha conseguíu hasta que si ha bajau. Arrimesé a las
piernas, a las rodillas, dice, m'hijo, descanse. Si arrima y se pone
la cabeza ahí. Se duerme. Se despierta ya tarde. Pega un salto, se
despierta. Y él dice:
Si
ha arreglau, li ha largau la rienda al burro. De
todos los peligros qui había, él ya iba sin miedo. Hasta que al
llegar, ya oscureciendo, llega a la casa del viejito.
-
Hi demorau porque áhi hi dormiu un ratito -que le dice. Ocho años,
decí, hijo -dice. Bueno ¿quí ha visto por el camino, hijo? -le
dice.
-¡Ah!
-que le dice, ese río de sangre, dice, ése es lo que ha redamau tu
madre por tus hermanos por embusteros. Y más allá, ¿quí ha visto?
-Ésas
son las lágrimas qui ha redamau tu madre por tus hermanos por
embusteros. Bueno... Y más allá, ¿quí ha visto?
-Un
río de leche.
Ésa,
es la leche qui ha derramau tu madre por tus hermanos, por
embusteros. Más allá, ¿quí ha visto?
-Y
al final, dice, en la casa, habían ¡de pajaritos, flores, de todo!
Y unos niñitos que cuidaban todo.
Ya
se li había dehaparecido el viejito y no lu había visto más.
Bueno... Recién, él saca la cajita. Cuando él saca la cajita y
deja de mirar y mira a los laus, 'taba en un palacio que ni un rey no
lo tenía. Y esos bosques que eran, esas plantas frutales, amigo,
todo, todo, todo.
Jue
y trajo la madre y la trajo al palacio de él. Y 'tará viviendo, y
yo mi hi veníu porque qué iba hacer yo allá, no mi iban a dar
entrada, o sí, vaya a saber.
Eulogio
Tejada, 68 años. Villa Unión. General Lavalle. La Rioja, 1968.
Cuento
1013. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 072
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