Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

sábado, 17 de mayo de 2014

El zorro y el perro pastor .446

Dice que había un puestero que tenía una gran majada de cabras y había criau un solo perro pastor pa cuidarla. Era mucha hacienda para un solo perro, y además, le daban poca comida al cabrero. Como comía poco y andaba todo el día, corriendo di un lau pal otro para defender del daño la hacienda, el perro 'taba que ya no podía casi sostenerse de flaco. Pero como era tan lial y noble el perro, cuidaba todo el día los animales y nunca le faltaba ninguno.
Había un zorro que siempre andaba por ver si se cazaba algún animalito chico, una cabrilloncita, pero, qué, el perro lo olfatiaba de lejos y lo sacaba corriendo.
Entonce, un día, el zorro ha inventado una picardía. Lu habló de lejo, al perro y le dijo:
-Oigamé, amigo perro, que tengo para usté una buena idea.
-¿Déque se trata? -le ha contestado el perro, gruñendo.
-Usté anda muy flaco. Si sigue así pronto no va a poder salir de las casas y va a perder todas las cabras. A usté le dan muy poco de comer.
Esto le interesó al perro, pero haciendosé el enojado, le ha dicho:
-Pero eso no le importa a usté.
-Sí, amigo perro, me importa porque me da lástima y porque pienso ayudarlo, porque lo veo tan güeno. Yo puedo aconsejarlo pa que le den mejor de comer y lo atiendan lo más bien.
Entonce el perro lo empezó a atender y le ha dicho:
-¿Y qué consejo me puede dar usté que no conoce mi dueño?
-Mire, amigo perro, dejemé cazar un cabrito o una cabrilloncita, y usté corra, y hagasé el que no tiene juerzas, y áhi van a ver que es de flaco que no me puede agarra.
-¡Ah, no, no, yo no le voy a hacer eso a mi dueño!
-Pero, amigo, no siá zonzo, no ve que no se dan cuenta de nada. Yo le voy a guardar a usté una güena parte del animal muerto.
Güeno... Todos los días el zorro li hacía la misma conversación al perro hasta qui al fin lo convenció.
Güeno... Ya le cazó también una cabrita bien gorda. Comió el zorro y le escondió por áhi un güen pedazo pal perro. Cuando volvió a las casas la hacienda, ya vio el dueño que faltaba un animal. Y áhi ha dicho:
-Éste es el zorro que mi ha comíu la cabrita. El pastor 'tá tan flaco que se le cuentan las costillas. Seguro que el pobre nu ha teníu aliento pa correrlo.
Y dice qui áhi ha mandau que le den bien de comer. Li han dau el doble de comida y el perro ha pensau que el zorro li ha dau un güen consejo.
-Güeno... -Al día siguiente li ha dicho el zorro:
-¿Cómo le va yendo, amigo pastor?
-Mejor, mejor, pero hay que tener cuidado.
El zorro ha vuelto a cazar una cabrita y vuelta el patrón a ordenar que le den mejor ración al cabrero. El zorro le guardaba siempre una buena parte al perro.
Güeno... Dice que esa cabrita 'taba muy gorda y li ha dicho el zorro al perro si no le podía dar un poco de vino pa asentar la comida. El pastor le ha dicho que güeno. Ha ido esa noche a la casa, el zorro, y el pastor que li dado vino. Y si ha machado el zorro y ha empezado a cantar. Áhi han venido los otros perros y lu han sacau corriendo al zorro y el pastor también ha teníu que correr, y entre todos lo han muerto al zorro.

Juan Lucero, 60 años. El Durazno. Pringles. San Luis, 1945.

Gran narrador.

Cuento 446. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini

0.015.1 anonimo (argentina) - 033

No hay comentarios:

Publicar un comentario