Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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sábado, 16 de junio de 2012

El camello perdido


Cierto rey de Benarés imponía a su pueblo contribuciones excesivas. Sus consejeros le rogaban que no lo hiciera, pues el pueblo se estaba cansando. El soberano, colérico, destituyó a sus consejeros y los desterró.
Marchaban ellos alejándose de la ciudad que les estaba prohibida, cuando se les acercó un mercader preguntando si habían visto un camello que se le había perdido.
-¿Es cojo de la pata izquierda? -preguntó el primero.
-¿Tuerto del ojo derecho? -preguntó otro.
-¿Le falta un diente?
-¿Va cargado con miel y trigo?
A todo afirmaba el mercader, quien por último, indagó:
-¿Dónde lo tenéis?
-Ni lo tenemos ni lo hemos visto.
El mercader, enfadado, no quiso escuchar más y se fue, amenazando con quejarse al rey por la burla de aquellos hombres.

La voz de la sabiduría

En efecto, el mercader fue a quejarse al rey y éste envió a sus tropas en busca de los desterrados. Cargados de cadenas, entraron en la ciudad.
El rey de Benarés habló así a sus antiguos consejeros:
-Si no habéis visto el camello ¿cómo podéis decir que era cojo de la pata izquierda, tuerto del ojo derecho, que no tenía un diente e iba cargado con miel y trigo?
-Observé -dijo el que había sido primer ministro-, que en las huellas que dejaba en la arena, apenas se notaba la de la pata izquierda.
-Me di cuenta de que sólo comía hojas de los árboles del lado izquierdo - explicó otro-, lo que significa que no veía por el otro ojo.
-Vi -explicó el tercero-, que en los tallos de hierba mordidos por el animal quedaba siempre un pedacito intacto en el centro.
-En cuanto a mí -explicó el último-, siguiendo las huellas del camello observé de trecho en trecho granos de trigo que las hormigas se afanaban en llevar algunas gotas de miel.
Admirado de tanta sabiduría, el rey de Benarés dijo así:
-Veo que sois inocentes del robo del camello y que cuando cuatro sabios como vosotros me aconsejan no aumentar la contribución a mi pueblo, por alguna razón será. Inmediatamente anularé el nuevo impuesto y, si me hacéis la gracia de volver a mi servicio, seguiré vuestros consejos.

999. Anonimo

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