Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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viernes, 25 de mayo de 2012

El joven valiente

Había una vez un joven muy valiente que se fue con una caravana y estuvo ausente del frig, donde había vivido du­rante mucho tiempo.
El frig al que pertenecía el muchacho tenía muchos ani­males, caballos, camellos, cabras... que pasaban el día pas­tando en los prados y por la noche eran encerrados en la sriba [1].
Empezó a merodear por allí un enorme león que cada no­che atacaba a los animales y se llevaba una pieza. Un día era un caballo, otro una cabra y así un día tras otro hasta que casi acabó con los rebaños.
Volvió al fin el joven valiente y trajo consigo un fusil que había comprado en su viaje.
Al explicar a la gente del frig para qué servía el arma, le contaron la historia del león que estaba a punto de dejarlos en la miseria.
-¿Tantos hombres y no habéis podido matar al animalito que se os come el ganado? ¿Podéis decirme dónde vive? -les respondió.
Acordaron que al día siguiente, después del amanecer, par­tirían en su busca.
Así lo hicieron y, después de un rato de camino, divisa­ron desde lo alto de una colina un gran bosque del que sobre­salía un enorme árbol.
-¿Ves aquel árbol más alto? -le indicaron-. El león an­dará por los alrede-dores.
-Si quieres ir a su encuentro, sólo puedes pasar por los senderos -añadieron.
El joven entró en el bosque con su fusil y se fue hacia el árbol que le habían indicado. Al llegar, se subió a una rama para ver si divisaba al león. Lo vio no muy lejos de donde se encontraba y le entró tal miedo que decidió desaparecer rápidamente.
Al bajarse del árbol se le enredó la correa del fusil entre sus ramas, pero el terror que sentía le impidió recuperarlo y salió corriendo hacia el frig.
La gente estaba esperando su llegada, y cuando le vieron apare-cer fueron a su encuentro y le preguntaron:
-¿Encontraste al león?
-Sí -contestó.
-¿Lo has matado?
-No. Saltó sobre mí de improviso y me arrebató el fusil. No pude hacerlo.
-¡Vaya una calamidad! -respondieron enojados-. Si el león nos ha causado tantos desastres sin fusil, ¿qué nos espe­ra ahora que está armado?


051 Anónimo (saharaui)

[1] Sriba: Establo al aire libre, hecho con ramas de taljo, para guardar el rebaño durante la noche.

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