Una mañana de invierno de mucho sol, pero de mucho
frío, salió el gallo a pasear tan contento. No se dio cuenta de que caminaba
sobre un arroyuelo que se había helado por la noche, cuando de pronto se quebró
el carámbano y al gallo se le hundieron sus dos patas. Una de ellas se le
partió, y allí quedó él aprisionado.
-Carámbano -dijo el gallo, ¿por qué rompes mi patita?
¿Tan fuerte eres?
Y le contestó el carámbano:
-Más fuerte que yo es el sol, que me derrite.
Y dice el sol:
-Más fuerte que yo es la nube, que me tapa.
Y dice la nube:
-Más fuerte que yo es el aire, que me mueve.
Y dice el aire:
-Más fuerte que yo es la pared, que me detiene.
Y dice la pared:
-Más fuerte que yo es el ratón, que me agujerea.
Y dice el ratón:
-Más fuerte que yo es el gato, que me come.
Y dice el gato:
-Más fuerte que yo es el perro, que me persigue.
Y dice el perro:
-Más fuerte que yo es el palo, que me apalea.
Y dice el palo:
-Más fuerte que yo es la lumbre, que me quema.
Y dice la lumbre:
-Más fuerte que yo es el agua, que me apaga.
Y dice el agua:
-Más fuerte que yo es el burro, que me bebe.
-¿Por dónde íbamos?
-Por el burro.
-Pues álzale el rabo y bésale el culo.
0.003.1 anonimo (españa) - 075
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