Un
zorrito muy glotón atrapó un día un cisne en el patio de una
granja y escapó con su presa hacia el bosque. Por el camino, le dijo
el cisne:
-No
te pareces nada a tu padre. Lo primero que él habría hecho es
dejarme en un tronco de árbol y darme las gracias por dejarme cazar.
-¿Qué
te hace pensar que yo no voy a hacer lo mismo? -preguntó el zorro
con aire altanero.
Colocó
al cisne el tronco de un árbol y empezó a darle las gracias. Fue
visto y no visto, el cisne batió sus alas y echó a volar hacia el
árbol más próximo, fuera ya del alcance del zorro.
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anonimo cuento - 064
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