Estaba
el señor cuervo sobre la rama de un árbol. El olor del queso que
llevaba en el pico atrajo a un zorro. Se apostó al pie del árbol y
empezó a adular al cuervo:
-¡Qué
bien os sienta ese traje negro! -exclamó. Imagino que debéis de
tener una hermosa voz... Me encantaría escucharla, si me hacéis el
honor.
Incapaz
de resistirse a tal cumplido, el cuervo no se hizo de rogar. Y, al
abrir el pico para de mostrarle al zorro que tenía razón, se le
cayó el queso, que fue a caer en las fauces del zorro, justo como él
esperaba.
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anonimo cuento - 064
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