Esta
es la historia de un hada escocesa que vivía a orillas de un lago.
Una
noche de invierno, fue a visitar a otra hada que vivía en la orilla
opuesta. Cuando dejó a su amiga para volver a casa, era muy tarde o,
para ser más exactos, muy temprano. Iba a amanecer y debía estar ya
de vuelta, pues si por desgracia un rayo de sol la rozaba, se
transformaría en flor. Miró al cielo y formuló un deseo.
«Deseo
-pensó- que la última estrella del firmamento baje y me lleve antes
de que salga el sol.»
Por
suerte, la reina de las hadas oyó su deseo. Y, como el hada del lago
era su preferida, se lo concedió.
El
hada no había terminado aún de formular su deseo, cuando bajó la
última estrella que quedaba en el cielo y la llevó a su casa.
La
próxima vez que mires al cielo y veas una estrella fugaz, piensa que
puede tratarse de la estrella que la reina de las hadas envió al
hada del lago. Y quizá lleva a su casa a un hada antes de que
amanezca.
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anonimo cuento - 064
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