Diz
que era una matrimonio de zorros. Que él se llamaba don Juan
Garabatal y ella doña Juana Galván, mujercita de don Juan. Que
tienen un par de chicos, una zorrita y un zorrito.
Bueno,
que estaba enfermo en la casa el zorro. Bueno, y doña Juana sale a
buscar médico. Que encuentra un caballo, y el caballo le dice:
-¿Pa
dónde va tan apurada, doña Juanita Galván, mujercita de don Juan?
-En
busca de médico kanqui dice doña Juana. Y entonce el caballo le
dice:
-Yo
soy buen médico.
Y
lo vía llevau pa que lo cure al esposo. Y el caballo va y lo vía
curau y ya le dice:
-Ya
está sano.
Y
di ánde, no 'bía sanau nada. Y volvió otra vez en busca de médico.
Áhi es donde se vía encontrau con l'águila. Y l'águila le
pregunta:
-¿Pa
dónde va tan apurada doña Juanita Galván, mujercita de don Juan?
Y
ella le contesta:
-En
busca de médico kanqui.
Y
l'águila le dice que ella era muy buena médico. Y la lleva pa que
lo cure al zorro. Y el médico le pide que tiene que 'tar sola con el
enfermo, que se vaya, que recién cuando amanezca lo vaya a buscar,
que ya va 'tar sano. Y se quedó l'águila sola con el zorro.
Y
bueno, al otro día de mañana, cuando abren la puerta, que van los
zorritos a verlo al zorro y que lo ven, y vuelven y le dicen a doña
Juanita que vaya, que ya el tatita está sano, que ya está riendo
con los dientes blancos no más.
Y
va doña Juanita y ve al zorro sin nada de ojos, ni lengua, que
l'águila, el médico, se los había comido. Y que ya estaba muerto
el pobre zorro y l'águila si había ido.
Dominga
Lezcano, 48 años. Quimilar. Ojo de Agua. Santiago del Estero, 1951.
Cuento
800 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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